Soy una persona que no sabe olvidar. Puedo no recordar donde dejé los auriculares o las llaves, salir a comprar pan y volver con leche, me es imposible quedarme con los nombres, hace un mes que debería de haber ido al dentista, olvido los días de prácticas y voy cuando no toca.

Pero sí, mantengo que no se olvidar. Y bien digo "sé". Me gustaría saber si tu has aprendido a olvidar en este tiempo. Ahora que hace más o menos dos años de la última vez que te vi me gustaría saber si recuerdas esas noches esperándote con cero grados en tu portal, en una de las cuales te pedí de rodillas que te casases conmigo, en las que no dormía para coger los últimos trenes de la noche y primeros de la mañana para poder despertarte a primera hora, y que lo primero que vieses nada más amanecer fuese a mi.

Me gustaría saber si recuerdas bien, tan bien como yo, la primera vez que me abandonaste, cuando te imploré que me dijeses que me querías y solo me contestabas un estúpido "te aprecio". Me gustaría saber si recuerdas las veces que me dejé la vida por ti, y las que me mentiste y me decepcionaste...

Aún conservo tus recuerdos: tus dibujos, tus cartas, tus fotos y esos regalos que nunca viniste a recoger. Estos objetos llevan tanto conmigo que los echaría de menos si los tirase. No creo que me leas, me has demostrado bastante bien tu indiferencia, es más, lo prefiero, prefiero no saber si me lees o no, porque respondas lo que me respondas si se da el caso solo me harás daño, como es costumbre.

Tal vez te guste saber que sigo siendo un idiota que se sigue enamorando hasta la médula de quien no debe, ese idiota que te dio oportunidades una tras otra hasta que volviste a abandonar, ese idiota que cuando ama perdona y olvida todo, que sigue soñando con los ojos bien abiertos, que apuesta todo a caballo perdedor y que sigue perdiendo.

Un idiota que no tiene más remedio que reconocer que las personas que más ha amado en su vida hace tiempo que le han sustituido. Quizá algún día encuentre el por qué de que no pueda olvidar, quizá sin más llegue un momento en el que no pueda o necesite volver a amar, que asuma que siempre que ama pierde y que no le queda nada más que aportar.

Tan solo quería desahogarme. Este es uno de esos momentos en los que me gustaría subir a una montaña y gritar hasta quedarme ronco, maldecir a mi karma, mi memoria, mi suerte y al mundo.

Decir sin más: me cago en dXos y buenas noches.



-(_ArkangeL_)-

¿Te seguiré recordando así dentro de otros dos años?

¿Cuanto hace que no nos vemos? Sería imposible contar ese tiempo en días, una locura contarlo en semanas, y en meses... bastantes van ya. Con todo tengo tu recuerdo nítido, el color de tus ojos, la forma de tu nariz, tu sonrisa, tu voz, tu modo de hablar, de hacer las cosas, tus temas de conversación... muchas cosas de ti. Siempre te veo con los mismos peinados, con la ropa que te pusiste los días que quedaste conmigo, los mismos lugares, tus amistades, tu casa, tu familia...

Cambian las cosas que me dices, en mi cabeza oigo palabras con tu voz que tu nunca pronunciaste pero yo siempre deseé escuchar. Se repiten cosas que hiciste, te imagino abrazándome una y otra vez, te imagino volviendo a ver esa peli juntos otra vez...

Te imagino diciéndome que me quieres, te imagino a mi lado mientras hago mis tareas de rutina, te imagino recibiendo los regalos que no pude hacerte, escuchando lo que no pude decirte, viviendo lo que no pudimos vivir juntos...

En ese momento doy un respingo y vuelvo a la realidad. A veces simplemente tuerzo el gesto pensando en lo idiota que soy dejándome invadir por la nostalgia. A veces sonrío pensando en ti, y en que el mañana es una incógnita que puede que haga que algún día te vuelva a ver. La mayoría de las veces sigo con lo que estaba haciendo sin más, son demasiadas las veces que me pierdo pensando en ti. Pero unas pocas siento que se me cae el mundo, porque me doy cuenta de que con todo el tiempo que ha pasado no he dejado de quererte...

En esos momentos me doy cuenta de que todos mis recuerdos en los que dices las palabras que quería escucharte decir una y otra vez nunca fueron reales. No voy a volver a verte sonreír mientras me dices que me quieres, pero no pasa un día en que me desconecte, y en un lugar vacío te vea frente a mi repitiendo esas palabras. Me doy cuenta de que amo a un fantasma que lleva tu nombre, porque si ahora te viese no te parecerías a la persona que mientras duermo en mis sueños aún me abraza, tanto tiempo después.

Pero de todo esto sin duda lo peor es cuando me pregunto si me recuerdas, si a veces piensas en mi, si alguna vez sonríes pensando en algún momento pasado conmigo, si alguna vez te preguntas como podría haber sido todo... Y la respuesta más probable es invariable: No.

Se que cuando apague el ordenador y me vaya a dormir volveré a verte en ese lugar donde nos conocimos, y también en aquel en el que te vi por última vez. Y en este último intentaré cambiar el curso de mi vida diciéndote que te amo con locura y que nunca, nunca, te dejaré ir.

Pero solo será un sueño, y por la mañana seguiré mi vida rellenando los momentos vacíos imaginando que estás a mi lado y tu fantasma me vuelve a abrazar.

Hace tiempo un amigo mío compartió conmigo una reflexión: “¿Por qué se felicita el año nuevo y no el viejo?”. Me decía que tenía más sentido analizar como había sido este pasado año, y, si había sido un buen año, celebrarlo y felicitarse por ello. En ese momento no le dí especial importancia, pero con el tiempo pensé en esa reflexión. ¿Qué sentido tenía congratularse por un tiempo que estaba por venir y era una incógnita? ¿Por qué felicitar por la llegada de un año que puede venir cargado de desgracias? ¿Por qué celebrar lo que está por venir y no lo que ha pasado?

Quizá festejamos el Año Nuevo con tanta alegría deseando dejar atrás un año con penas, quizá es el deseo de seguir tan bien como hasta ahora, o quizá solo intentemos huir hacia adelante. No sé cual es el motivo por el cual olvidamos el año cumplido y solo pensamos en el nuevo. Tal vez tuviese razón mi amigo al decir que era más inteligente celebrar el año recién terminado, recordar sus buenos momentos, aprender de los malos, añorar a los que se han ido y regocijarse con los que aún están. Hacer recuento de sueños cumplidos y por cumplir, y sonreír por cada momento pasado digno de ser vivido.

Me doy cuenta de que no puedo decirme a mi mismo “feliz 2008”. Ha sido un año muy intenso, con muchas experiencias de todo tipo, maravillosas, buenas, malas o peores. Pero ahora, echado a andar el 2009 me doy cuenta de que en mi ánimo pesan más los peores: los familiares que he visto morir, los amores que me marcaron para toda la vida y he perdido, los amigos que se fueron y no pude retener, las noches que se hicieron días mientras lloraba intentando dormir...

Ojalá dentro de un año pueda gritar a pleno pulmón “feliz año viejo”, porque eso será que he completado un año maravilloso y que no necesito hacerme ilusiones para ser feliz, ojalá lo celebre acompañado de alguien que aún no se quien es a mi lado mientras me recuerda que amar también es bello. Ojalá lo celebre con los amigos que tengo hoy mas otros muchos que conoceré. Ojalá lo celebre con mi familia, de la cual no haya tenido que ver partir a nadie más. Ojalá lo celebre contigo, que dedicas tu tiempo a leerme y sumergirte en mi vida.

Ojalá dentro de un año pueda decir: Feliz 2009.



-(_ArkangeL_)-

Mis mejores deseos de todo corazón para los próximos doce meses, y los siguientes doce, y los siguientes....